Cultivar trigo germinado en un huerto urbano es una forma estupenda de añadir verduras frescas y nutritivas a tu dieta. El trigo es una planta resistente y versátil que puede cultivarse en diversas condiciones, lo que la convierte en una excelente opción para los jardineros urbanos.
Para empezar, hay que comprar bayas de trigo, que son las semillas de la planta. Se pueden encontrar en la mayoría de tiendas de dietética o en Internet. Una vez que las tengas, remójalas en agua toda la noche para que germinen.
Al día siguiente, escurre el agua y transfiere los granos de trigo remojados a una bandeja o tarro de germinación. Cubre la bandeja o el tarro con un paño húmedo o una toalla de papel y colócalo en un lugar cálido y oscuro para que las semillas germinen.
Al cabo de unos 3-5 días, las bayas de trigo habrán brotado y se habrán convertido en pequeños brotes, conocidos como hierba de trigo. En ese momento, traslada la bandeja o el tarro a una zona bien iluminada, como el alféizar de una ventana, para que la hierba de trigo siga creciendo.
Riega el agropiro a diario para mantener la humedad de la tierra y asegúrate de girar la bandeja o el tarro para que el agropiro reciba luz solar uniforme. En unos 7-10 días, el agropiro estará listo para cosechar. Basta con cortar la hierba de trigo por la base de los brotes y disfrutarla en ensaladas, batidos o zumos.
Cultivar hierba de trigo en un huerto urbano no sólo te proporciona una fuente fresca y saludable de verduras, sino que también te permite controlar la calidad de los alimentos que consumes. Además, es una actividad de jardinería divertida y gratificante que puede disfrutar toda la familia.